El recorrido artístico de Luca Pantina. 2006

FRANCO, ANTONIO.

(Christusimpuls)

El recorrido artístico de Luca Pantìna está constituido por experiencias y expresiones significativas de su itinerario de búsqueda existencial, que se funda – de manera siempre más completa – sobre el binomio engagement et méditation en même temps. Su atención, en efecto, a las recaídas antropológicas de las reflexiones interiores, al mensaje social de la elevación espiritual se hace, en estos últimos años, la constante de su Obra: es como si Luca lograra  desvelar aquella sutil red de conexión que unifica las más distintas espiritualidades y dinámicas interiores de la Dimensión humana, proponiéndola a un hombre contemporáneo distraído y superficial, al fin de pararse a pensar en la historia, a las raíces más íntimas de nuestro ser Humanidad en camino. Un empeño, pues, que el Artista persigue con el prioritario objetivo de experimentar él primero el indispensable cambio a la búsqueda dentro de Sí, a la relación con el otro asumida con verdad y esencialidad, a la elevación para disminuir las falsas alturas de nuestro Yo. Se hace camino así, otra vez, la imagen Christi, la presencia de Jesús – Hombre, que atraviesa los siclos frecuentando los caminos del mundo, encontrando las esperas y las esperanzas de las humanidad, las muchas direcciones de las búsqueda de Dios: es una provocación fuerte para el cristiano ver a Jesús con los símbolos de las antiguas religiones, que encuentra budistas y jainas, que reza según lo Zen o el Hare Krishna, que llora en el Muro de Jerusalén, que danza con los Sufíes o el pueblo Dogón; pero el Artista sabe coger una profunda Verdad del mensaje de Cristo, es decir que Él es la Vía, la Verdad y la Vida con la cual cada fe, cualquier pensamiento, toda la historia son llamados a confrontarse. Una provocación donde cada cristiano tuviera que contestar rindiéndose disponible a la confrontación con todo lo que es distinto de Sí, con quien busca la Verdad mirando desde otras perspectivas, siguiendo otros itinerarios.Luca Pantìna trasfiere estos mensajes, los estilos de sus meditaciones sobre el sentido de la Vida, en paneles de aluminio, trámite barnices, usa lo que puede parecer más distante y frío respeto a la naturaleza profunda de sus pensamientos, respeto a aquellos elementos naturales presentes en otros momentos de su Arte, casi sean recíprocos pendants: pues bien, sus explosiones de colores, los acercamientos, las tonalidades de rojo, de amarillo, de verde animan de calor viviente las grises bases formando imágenes de fuerte sugestión, fruto de una expresión que se confronta dialéctica y constructivamente con el pensamiento post-moderno. Aparecen todavía desde el fondo aquellos signos esotéricos que, en la pintura de Luca, aluden a los nuevos y fugaces lenguajes que nos rodean, sémata complejos de las investigaciones del pintor-hermeneuta.En fin, el descubierto acercamiento al arte musical de Franco Battiato, un punto de referencia que nos acomuna: el creer en una “danza cósmica” que hace sintonía de la diversidad universal, donde  pintura y música, poesía y filosofía, fe y razón contribuyen de la misma manera, no es sólo un auspicio del Artista sino un recorrido, interior o más bien compartido, que se quiere testimoniar a quien mira con ojo no distraído; un homenaje a un patrimonio de nuestra Cultura, no sólo, el deseo de una sociedad menos superficial. Después Iconae vitae… Iconae Christi, Luca Pantìna descubre otra vez para nosotros una parte de Sí, de las meditaciones que hace tesoro, y todavía sentimos sensaciones fuertes, que suscitan ideas y nos reenvían a nuestra existencia, a lo que una vez, más veces y quizás nunca hemos pensado preguntar o decir a nuestra alma, a nosotros mismos.   

                                                                                                        

Obras: Christusimpuls 2006